Lo que se siente emprender
Hoy escribo desde un lugar muy distinto al que he escrito todas mis cartas anteriores.
Un lugar distinto a nivel físico, porque antes te escribía de noche desde mi ofi con el tiempo y la energía que me quedaba después del trabajo, pero hoy te escribo a las 11 de la mañana desde un café inglés con música hipster de fondo mientras espero a que mi té se infusione.
Y un lugar distinto a nivel emocional, porque hoy soy una persona que POR FIN se ha atrevido a dar el paso y cumplir uno de los objetivos más grandes de su vida: dejar de trabajar para otros para crear algo nuevo, algo propio.
Hace unos meses te escribía estas cartas Andrea, la empleada que soñaba con ser empresaria algún día, y hoy te escribe Andrea, la fundadora de APAPÁCHAME S.L., una empresaria novata, llena de esperanzas, de ganas y de miedo, porque sí, el miedo se siente antes, durante y depués de dar el paso.
Sobre todo después de dar el paso.
¿Y cómo pasó todo esto?
En mi última carta contaba cómo durante mi permiso de maternidad había iniciado un proyecto junto a la Psicóloga Alicia Gonzalez, ¿lo recuerdas?
Pues resulta que ese proyecto (La comunidad de El Apapache) está siendo un éxito, está creciendo de una manera muy bonita y poco a poco ha ido llevándose más y más de mi tiempo y mi atención.
Poco a poco me fui dando cuenta de que si quería que este proyecto llegase a su máximo potencial, yo iba a tener que dedicarme a él al 100% y fue así como Alicia y yo decidimos dar el paso, constituir una compañía, y hacernos socias formalmente para ofrecerle a esta comunidad el espacio que se merece.
El mismo día de la firma de la empresa fue también mi último día como empleada en esa empresa en la que llevaba más de 4 años siendo muy feliz y creciendo como profesional.
¡Qué locura! No?
Pues mira, mucha gente me ha dicho que estoy loca por dejar de lado la seguridad que te da pertenecer a una gran corporación y es verdad que da miedo, MUCHO, porque no hay nada más divino que saber que pase lo que pase, a fin de mes vas a recibir tu transferencia en el banco, saber que puedes pedir una baja y vas a seguir cobrando, etc…
Pero es cuestión de valores
Yo personalmente valoro mucho más la libertad que la seguridad, y mucho más los cambios, el aprendizaje y los retos que la tranquilidad, por eso para mi lo que realmente era una locura era quedarme donde estaba, cuando tenía frente a mi este proyecto maravilloso que pedía a gritos mi presencia y mi dedicación.
Lo que para algunos es una locura, para otros es la cosa más lógica del mundo y viceversa, por eso es tan importante conocernos a nosotros mismos y saber cuáles son esas cosas que en el fondo del alma nos importan y nos mueven, porque sólo así podemos ser coherentes y darnos a nosotros mismos lo que necesitamos para vivir plenamente.
Lo que la sociedad espere de nosotros, eso se puede ir a la porra :)
¿Y cómo ha sido la experiencia?
Pues pues pues pues… jajajaja
La experiencia ha sido heavy!!!!!! heavy si.
Porque lo que me llevó a tomar la decisión fue que teníamos muy cerca una apertura (lanzamiento) y había mil cosas que hacer que sin mi al 100% iban a fallar seguro, así que desde el día uno estuve trabajando a tope.
Dar la noticia en mi antiguo trabajo fue la parte más difícil,
porque yo era muy feliz trabajando allí y la verdad es que su respuesta fue maravillosa, me lo hicieron todo muy fácil y me ofrecieron consejos, ayuda y mucha mucha comprensión.
Luego de eso viene un día de subidón, que a mi me concidió con uns cirujía ambulatoria), entonces en realidad fueron unas pocas horas de subidón seguidas de un “¡PONTE YA MISMO A TRABAJAR QUE HAY MUCHO QUE HACER!”.
Cuando eres tu propia jefa descubres lo exigente que eres,
y resulta que yo soy la jefa más exigente que he tenido nunca.
Los días previos a la apertura fueron de trabajo intenso, de muchas horas y de echar mucho de menos al gran equipo con el que cuentas cuando estás en una empresa grande: todas las decisiones ahora son mías y de Alicia, y muchas veces nos encantaría tener a alguien con quien cruzarlas, pero de momento somos nosotras dos para todo y ante todo.
Los días de la apertura fueron agotadores y de mucha presión, porque fue la primera vez que sentí en el cuerpo la sensación de “si esto sale mal, este mes no cobro”, y creo que esto es algo que voy a sentir muchas veces más en este camino, al final me acostumbraré, pero digo, no todo es tan bueno ni tan malo como parece a simple vista.
Ahora que ya ha pasado la tormenta,
Te puedo decir que por fin estoy disfrutando de la parte buena de mi decisión, estoy disfrutando de una sensación maravillosa: la certeza de que estoy siendo coherente con mi mensaje y con mis valores.
Estoy disfrutando de la libertad de estar escribiendo esto hoy desde un café a las 11 am y que eso sea parte de mi trabajo, estoy disfrutando de que mis reuniones de trabajo con Alicia sean más parecidas a una conversación de amigas llenas de ilusión que a una reunión de trabajo trabajo.
Es cierto que ahora tengo un peso encima que antes no tenía y es que mis ingresos mes a mes dependen única y explusivamente de qué también hagamos entre las dos nuestro trabajo, pero es parte de lo que viene con el hecho de ser autónoma.
Todavía estamos comenzando, hay muchas partes de nuestro funcionamiento como empresa que son aún un poco caóticas, como nosotras, que somos inquietas y no paramos de crear, cambiar y sacudir el mundo.
Pero lo importante es realmente que estamos creando algo que aporta luz al mundo,
Que muchas personas nos escriben día a día a decirnos que gracias a el apapache han conectado consigo mismas de una manera que desconocían, o nos mandan fotos de nuevas amistades disfrutando por primera vez de un café juntas en algún lugar que nosotras ni siquiera conocemos!
Y eso a nosotras nos llena de vida, a mi me hace saber que estoy en el camino correcto.
Y hasta ahora eso es todo lo que te puedo contar!
Volveré con más y mejor.
Gracias por siempre estar ahi!
Love!