"Cómo el Coaching Generativo Cambió Mi Forma de Trabajar"
¿Qué es el coaching generativo?
Imagínate que tu mente es un vasto terreno lleno de posibilidades. Algunas áreas ya las conoces bien, son los caminos que recorres todos los días para resolver problemas, tomar decisiones y cumplir tus metas. Son también los caminos que sueles recorrer cuando trabajas desde el coaching tradicional.
Luego hay caminos oscuros y ocultos, que son los que sueles trabajar en terapia cuando estás tratando un trauma, miedos o fobias.
Pero más allá de esos caminos, hay espacios inexplorados, llenos de creatividad, intuición y potencial. El coaching generativo es una forma de aventurarse en esos territorios desconocidos, de generar nuevas soluciones y formas de ser que aún no has imaginado.
En lugar de enfocarse en resolver un problema concreto o alcanzar un objetivo específico, el coaching generativo te invita a conectar con tu creatividad más profunda. No se trata solo de pensar diferente, sino de sentir y crear nuevas posibilidades. Es un proceso que te ayuda a desbloquear ese "potencial dormido", a generar cambios desde tu esencia más auténtica.
Cuando escuché hablar de esto por primera vez, me intrigó la idea de que el coaching generativo no buscaba solo soluciones prácticas, sino que ofrecía una transformación profunda. Sabía que entenderlo desde los libros no sería suficiente, así que decidí lanzarme a la experiencia.
El comienzo de una transformación personal
Hace varios meses, tomé la decisión de trabajar con una coach, porque si eres un buen coach y crees en lo que haces, debes recibirlo en tu propia piel, ¿o no?
Puedes elegí a una persona sin mirar su CV, simplemente la elegí por lo que me transmitía y porque se notaba que tenía una experiencia realmente sólida y estar en su presencia me hacía y me hace sentir confianza. Pues resulta que “casualemente” esa persona es experta en coaching generativo. Desde nuestra primera sesión, noté cómo este enfoque era completamente distinto a lo que había experimentado antes. Me di cuenta de que no solo se trataba de resolver problemas o alcanzar objetivos; el coaching generativo me ayudó a conectar con mi esencia, con mi ser más creativo y auténtico. Era como si estuviera reconfigurando mi forma de ver las cosas.
Pero, como sucede con cualquier camino de crecimiento, sabía que aún quedaba mucho por explorar. Entonces, hace un mes y medio, decidí dar un paso más y dedicar mis fines de semana a una formación presencial intensiva. Fue aquí donde todo terminó de encajar para mi.
Aplicar y recibir las herramientas en primera persona
Durante esta formación, no solo he aprendido la teoría de las herramientas y técnicas que ya había experimentado con mi coach, sino que las he podido profundizar serimente.
Me he permitido ser la receptora de estas técnicas en decenas de formas distintas, aplicarlas en mi propia vida, y sentir en carne propia el poder del cambio generativo. Desde dinámicas de creatividad hasta ejercicios de visualización profunda, cada fin de semana era una oportunidad para reconectar conmigo misma de una forma que no había experimentado antes y sobre todo, de darme un espacio y un tiempo que desde la maternidad no había podido regalarme.
Cada sesión de práctica, sobre todo cuando nos vemos presencialmente me conecta con algo nuevo: partes de mí que antes no veía, potenciales que estaban dormidos.
Al recibir este coaching, mi forma de trabajar ha dado un giro. Ya no me enfoco solo en las soluciones lógicas o prácticas. Ahora entiendo que el verdadero cambio viene cuando conectas con algo más profundo, con esa fuente creativa que todos llevamos dentro y ¡mis clientas lo están notando BIG TIME!
Una nueva perspectiva, una nueva forma de trabajar
Lo que más me ha impactado es cómo el coaching generativo ha cambiado mi perspectiva, no solo en mi vida personal, sino en mi manera de trabajar con mis propios clientes. Mi enfoque ahora es mucho más holístico, más profundo. En lugar de enfocarme en los problemas a nivel superficial, busco que cada persona con la que trabajo conecte con su capacidad de generar nuevas posibilidades, de transformar su vida desde un lugar auténtico y creativo.
Este proceso ha cambiado la manera en que escucho, en que acompaño, y en que sostengo el espacio para que mis clientes exploren su propio potencial. Y lo más increíble es que siento que apenas estoy comenzando a descubrir todo lo que este enfoque tiene para ofrecer.
Conclusión: La maravilla de vivirlo en primera persona
Puedo decir con total certeza que leer y estudiar sobre el coaching generativo es solo una parte del proceso. Vivirlo en carne propia te transforma desde adentro, y no solo por lo que aprendes o las técnicas que utilizas, sino por cómo te cambia la manera de ver el mundo, de verte a ti misma. Es como si cada sesión te diera una llave para abrir puertas que ni siquiera sabías que existían, pero que estaban allí esperando a ser descubiertas.
El coaching generativo me ha enseñado que no hay un solo camino para llegar a donde queremos, sino múltiples caminos que podemos crear desde nuestro potencial más auténtico. Lo más maravilloso es que estas herramientas no solo te acompañan en el trabajo, sino que se integran en tu día a día, cambiando la forma en que te relacionas con los demás, en que tomas decisiones, y en cómo enfrentas los desafíos.
Está siendo un viaje que, más allá de las metas profesionales, me ha permitido estar más presente conmigo misma y con lo que realmente me mueve. Es como si, cada vez que aplico una herramienta de coaching generativo, estuviera abriendo una nueva ventana a mi propia creatividad, a mi capacidad de generar cambios desde un lugar más profundo y auténtico.
Si algo me llevo de esta experiencia es que el coaching generativo no es solo una técnica, es un cambio de perspectiva, un despertar que sigue dándote nuevas oportunidades de crecer y crear. A veces, el mayor regalo que podemos darnos es permitirnos experimentar ese cambio desde adentro, con curiosidad y apertura.
Si quieres comenzar un proceso de coaching conmigo y experimentar este cambio en tu propia piel, escríbeme!